Revelando los secretos de la agilidad organizacional

Transformación organizacional, clima organizacional, política organizacional y ahora la más nueva de todas: ¡agilidad organizacional!

Antes de que la mencionen en una reunión y usted no sepa de qué se trata, ¡aprenda el significado ahora mismo!

¿Qué es la agilidad organizacional?

Vivimos en una época en que todo cambia con mucha rapidez.

Pero ¿cómo reciclarse continuamente y prosperar en un ambiente que requiere constantes cambios?

La agilidad organizacional es la capacidad de una organización para renovarse, adaptarse, cambiar rápidamente y tener éxito en un ambiente en mutación, incierto y turbulento.

Para que esto ocurra, la agilidad empresarial necesita: dinamismo y estabilidad.

  • Dinamismo: Un ambiente dinámico requiere actitud, agilidad, capacidad de respuesta, proactividad e intensidad.
  • Estabilidad: La agilidad está directamente relacionada a la estabilidad, porque la agilidad organizacional requiere estabilidad para la mayoría de las empresas.

Es importante tener un punto sólido, mientras que el resto de la empresa se modifica.

En este artículo, usted va a conocer más detalles sobre cómo agilizar su empresa y poder utilizar este nuevo concepto de forma práctica.

Vea también en nuestro blog: ¿Dónde apoyarse y qué agentes se deben utilizar para la transformación digital

¿Qué queremos decir con agilidad organizacional?

Cada día es una superación, ¿no es así?

Nos enseñan a ser fuertes, nos impulsan ​​a avanzar en la vida y a abrazar la esperanza de días mejores, incluso con todos los contratiempos que nos reserva la vida.

Ahora, ¡imagínese esta situación bajo una visión empresarial!

El concepto de agilidad de la organización ocurre cuando prosperamos ante las adversidades que ocurren.

E incluso presionados, nos fortalecemos y seguimos aún más competitivos y llenos de energía.

La agilidad empresarial demuestra ser cada vez más importante para las organizaciones, principalmente en los niveles actuales de incertidumbre, ambigüedad, volatilidad y globalización en que vivimos.

Ser ágil, responder rápidamente a los cambios y aún beneficiarse de ello, pasó a ser determinante para la supervivencia de las empresas en el mundo corporativo.

El desafío de agilizarse

En el mundo del trabajo, las empresas ya consolidadas en el mercado luchan para hacerse más dinámicas.

Generalmente, esas empresas tienen más dificultades porque poseen una jerarquía gerencial centralizada y establecida desde hace años.

Por eso, no ven la necesidad del cambio en la rutina debido a los buenos resultados, pero es ahí donde se equivocan.

Los colaboradores quieren poner en práctica la agilidad empresarial, tener voz activa y autonomía para dar opiniones y tomar decisiones.

Los empleados quieren participar en este proceso.

Para ello, es necesario encontrar un equilibrio entre el dinamismo y la estabilidad.

El proceso no funcionará si la empresa, sin cautela, se mueve rápidamente y se aleja de la estabilidad.
Y de la misma forma, si la empresa continúa enyesada, lenta y burocrática, y no acompaña los cambios que suceden a su alrededor.

El desafío de agilizarse tiene en cuenta algunos principios:

  • Configurar la empresa de una manera que reconozca su estabilidad y capacidad dinámica, incluyendo sugerencias y observaciones.
  • Configurar la empresa de forma dinámica y estable, en tres dimensiones: estructura, proceso y personas.
    • La estructura no es sólo pensar en un organigrama, también incluye la gobernanza.
    • El proceso es el desarrollo de métricas y objetivos con la identificación de las principales actividades y valores agregados, que abre espacio para una serie de cuestionamientos relevantes sobre los procedimientos internos y externos.
    • Las personas también se deben analizar de acuerdo con su dinamismo y estabilidad. ¿Qué es estable y qué es dinámico cuando se trata de los individuos? Asignar nuevas funciones a las personas – usando trabajo flexible o trabajo temporal – puede funcionar como algo dinámico.

Algo estable, generalmente, es la cultura de la organización. Construir una cultura saludable demanda mucho tiempo y reflexión.

Así, se demora más para descubrir o reconocer competencias y capacidades que marcarían la diferencia en la cuestión de la ventaja competitiva.

Cuando la cultura y las personas se comunican perfectamente en una empresa, es sumamente recomendable estudiar el caso y inspirarse en este de alguna manera, porque allí hay algo absolutamente valioso.

Vea también: Innovación discontinua: cambie radicalmente la manera de pensar (y lucrar)

Los secretos del éxito de la agilidad de la organización

Hay tres dominios en el modelo operativo que nos ayudarán a alcanzarla.
Son ellos:

1- El Proceso

Si el negocio es cambiante y dinámico, sus procesos deben seguir este ritmo.

En un mundo ágil, los procesos deben ser suficientemente sencillos para permitir flexibilidad facilidad de mejora.

Ya no podemos someternos a procesos largos, creados con el objetivo de alcanzar la perfección. Además de ágil, el mundo se ha vuelto cada vez más minimalista. ¡Recuerde el iPhone con sólo 1 botón!

Necesitamos entregar a las personas, rutinas claras y de fácil comprensión. No podemos esperar que sean expertos en procesos para lograr realizar sus tareas con calidad.

¡Pero cuidado con la palabra “Flexibilidad”!

“Flexibilidad” no significa que el proceso debe ser totalmente permisivo. Siempre existirán restricciones, reglas y cumplimientos que se deben atender. Por ejemplo:

  • No se puede enviar una cuenta para aprobación antes de tener como mínimo 3 presupuestos.
  • Una compra de más de 50 mil es absolutamente necesario que la apruebe un director.

Un proceso ágil debe garantizar un mínimo de control.

Un último pensamiento:

¿El proceso debe ser ágil o el desarrollo del proceso debe ser ágil?

Para una persona que mantiene procesos, la respuesta más natural es que su trabajo debe ser ágil, pero el hecho es que su cliente es quien exige agilidad. Entonces el foco debe estar en la agilidad que ofrece el proceso y en los métodos que se utilizan para desarrollar o administrar los procesos.

2- La Estructura

Normalmente, las empresas ágiles no cambian mucho la principal manera de estructurarse.

Estas tienden a mantener los puntos principales de su estructura de organización bien definidos, extrayendo de los empleados lo que hacen mejor en sus funciones.

Además, proporcionan mecanismos que posibilitan una rápida y adecuada formación de equipo, con el talento necesario para enfrentarse a los nuevos desafíos y proyectos.

3- La Gobernanza

Una gobernanza buena y responsable es capaz de mejorar la toma de decisiones, además de ser decisiva para la longevidad de la empresa.

La estabilidad contribuye a dar dinamismo a la toma de decisiones, pero de forma coherente y cuidadosa.

Dejar claro a las personas que pueden dar sus opiniones y tomar decisiones, debe ser un elemento estable del modelo operativo de una empresa ágil.

¿Usted conocía el concepto de agilidad organizativa? ¿Usted considera que su empresa es ágil?

¿Usted cree que una empresa puede prosperar sin agilidad?

Deje su opinión en los comentarios, ¡es muy valiosa para nosotros!

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