Innovación, tendencia y garantía de destaque. Invertir en procesos de servicios de alta calidad se hizo esencial para el éxito de las empresas.
Desde la época de la revolución industrial, cuando los productos surgian del trabajo en serie, hecho mecanicamente, sin algo que los diferenciase hasta la actualidad, muchas cosas cambiaron. El mundo ya no ve con buenos ojos a las empresas que concentran todos sus esfuerzos en la producción de bienes y se olvidan de asegurar los servicios relacionados con su producción.
La competición contemporánea en busca de diferenciales también contribuyó para que se creara la necesidad de más desarrollo en el sector de procesos de servicios, que tuviera como objetivo no sólo el producto entregado, sino todo su universo de utilización y ventas.
Por esa razón, hoy podemos dividir los servicios básicamente en dos tipos:
- Servicios de costo: logística, servicios financieros, alquileres, mantenimiento, etc…
- Servicio de valor: innovación, diseño, comercialización y servicio post-venta.
Servicio desarrollado, industria competitiva
Cuanto más eficiente y desarrollados sean sus procesos de servicios, la industria será más competitiva. Antes, el resultado de una empresa se calculaba por las ganancias, hoy en día el asunto es diferente, muy diferente.
La importancia de una empresa para su seguimiento, se mide por la calidad de los servicios que ofrece, y eso incluye: la comercialización del producto, la innovación tecnológica y el servicio post-venta. Sí, ya pasó la época cuando la venta era finalizada cuando una empresa recibía el valor de una compra. Hoy en día, cuantas más relaciones duraderas se hacen, hay más garantías de tener una larga vida y éxito.
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La calidad de los procesos de servicios se traduce en riqueza
Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los países desarrollados, el 65 % del beneficio bruto de la producción industrial proviene de los valores extraídos de los servicios prestados. En los países emergentes, esta cifra se reduce al 50%.
La diferencia entre los valores se justifica porque los procesos de servicios son mejor realizados en los países desarrollados, con una gestión centrada en la calidad y en nada de desperdicio.
¿Y dónde se encaja el cliente dentro de los procesos de servicios?
Los clientes ya no son sólo clientes. Hoy los podemos considerar socios, pues además de ayudar en la evolución del proceso, ellos también contribuyen a la comercialización positiva. Los clientes pueden ayudar en el progreso de la empresa y convertirse en piezas esenciales para todo el desarrollo del proceso.
BPM, una solución dinámica para el sector de servicios
BPM es una herramienta de gestión que se puede aplicar en diversos sectores de la economía: en la industria, en el comercio y en los servicios. Especialmente en este último sector, en que la coordinación de los diferentes equipos puede significar un obstáculo importante para el crecimiento de la empresa o incluso ser el final de la misma.
Y ahí es donde entra la gestión de procesos, una herramienta clave para promover altos niveles de servicio. Gracias a la automatización de los procesos es posible promover la transparencia, establecer responsabilidades entre las personas involucradas, estandarizar la comunicación, supervisar las tareas y actuar en la prevención proactiva de las no conformidades y trabajando para la mejora continua de los servicios.