Qué es el análisis SWOT y cómo aplicarlo en la empresa

¿Qué es el análisis SWOT? La mejor respuesta a esta pregunta se puede traducir de la definición ofrecida por Philip Kotler, en la décima edición de su libro “Administración de Marketing”:

La evaluación general de los puntos fuertes, debilidades, oportunidades y amenazas se denomina análisis SWOT (de los términos en inglés, strengths, weaknesses, opportunities, threats.)

¿Qué es el análisis SWOT en español, de todos modos?

Es el análisis de las fuerzas, debilidades, oportunidades y amenazas, lo que algunos llaman el análisis FODA.

Y para que se pueda obtener el resultado apropiado de este análisis, es necesario dividir el entorno en el que la compañía se encuentra en dos esferas:

• Ambiente externo
• Ambiente interno

Vamos a detallar la forma de proceder para estudiar cada uno de ellos.

Vea también: Consejos y ejemplos de análisis SWOT – Aprenda a hacerlo

Lea este artículo acerca de la definición de análisis SWOT para entender mejor este concepto.

Qué es el análisis SWOT con relación al ambiente externo

Todo lo que está fuera del control de la empresa puede ser considerado ambiente externo. Es en este ámbito que por lo general podemos identificar las oportunidades y amenazas para las cuales la empresa se debe preparar.

Debemos considerar como oportunidades, todas aquellas condiciones ambientales en las que la empresa pueda beneficiarse con lucro o que le permitan satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores de manera ventajosa sobre la competencia.

Las amenazas se pueden definir como la posibilidad de influencias negativas sobre los ingresos y las ganancias, impuestas por una tendencia o una situación difícil.

Para facilitar el análisis SWOT, podemos dividir el ambiente externo en dos grupos de factores:

Fuerzas macro ambientales:

• Demográficas
• Económicas
• Tecnológicas
• Reguladoras
• Políticas
• Culturales, entre otras

Agentes Microambientales:

• Competidores
• Clientes
• Distribuidores
• Proveedores y otros

Qué es el análisis SWOT con relación al ambiente interno

Las fuerzas y debilidades se encuentran dentro de los límites de su negocio. Es internamente que podemos manejar y gestionar estratégicamente, ejerciendo el control sobre cada factor. ¿Pero cómo podemos estudiar todo lo que sucede dentro de la empresa? Para ello hay que clasificar el rendimiento y la importancia de las características de las cuatro áreas de gestión: marketing, finanzas, producción y organización, de acuerdo con la siguiente lista:

Mercadeo:

• Distribución
• Equipo de ventas
• Participación de Mercado y cobertura geográfica
• Precios
• Calidad de los productos y servicios
• Reputación de la empresa
• La satisfacción y la retención del cliente

Financiero:

• Caja
• Capital
• Solidez

Producción:

• Capacidad productiva
• Conocimiento técnico
• Economía de escala
• Instalación / maquinaria
• Capacitación laboral

Gestión:

• Capacidad de adaptación
• Espíritu empresarial
• Liderazgo
• Motivación de los colaboradores

Vea: Matriz SWOT – 5 pasos para construir una rápidamente

Qué es el análisis SWOT en términos de acción efectiva

Una vez definidas las oportunidades y amenazas, y también las fuerzas y debilidades, la alta dirección de la empresa debe basarse en ellas para determinar su planificación estratégica. Por lo tanto, hay que elegir las mejores oportunidades y determinar cómo lograr aprovecharlas. Identifique las amenazas más serias y tome medidas para defenderse. Con respecto a los puntos fuertes y débiles, es importante tener en cuenta que va a ser muy difícil remediar todos los puntos débiles en su totalidad o tornarse totalmente seguro de que sus puntos fuertes van a asegurar el éxito.

El secreto de cómo es el análisis SWOT bien ejecutado, es saber aprovechar las fuerzas para aprovechar las oportunidades o defenderse de las amenazas. Del mismo modo, fortalecer las debilidades para que los riesgos ambientales no sean potenciados o que las oportunidades no se pierdan.

Las herramientas de BPM tienen la misión de tornar los procesos más eficientes y eficaces, precisamente para lograr los objetivos estratégicos, añadiendo valor a la empresa y a los productos y servicios en cada etapa del proceso de producción.